domingo, 30 de septiembre de 2012

Déjame de ti.

Déjame de ti
El odio con que me miras.
Déjame el desdén, la suficiencia al caminar.
Déjame de ti el odio con que te miro.
Déjame contigo, en mí,
La ignorancia de ti,
El creer conocerte.

Déjame, déjame a mí construirte a mi antojo
Con terror mítico y encanto idílico.
Déjame de ti mis miedos, la poca paciencia,
la torpeza reinante.

Déjame de ti, pero déjame.

Y ya no llueve.

Justo ahora que la soledad regresa
Como una amante dolida dispuesta a acabar con todo
Ya no llueve y el café se enfría.
Ya, que el regocijo tiene cuerpo de mujer,
De mujer que no habita,
De calma que no nada, pero sí ahoga.
Justo ahora
Que mis palabras no aparecen
Que necesito escribir y no puedo.
Justo, justo ahora ni llueves, ni lluevo.

Mi amante, que siempre fue ella, la lluvia
Ni aparece, ni me busca.

martes, 18 de septiembre de 2012

Dejame

Déjame especular primero con un beso tuyo.
Con el sexo desenfrenado,
Con la complicidad nocturna.
Antes. Todo antes de presentarme.
Antes. Todo antes de que me notes.

Evitemos el no llamarnos,
Evitemos a tu madre interrogarme.
Déjame fantasear con tu sonrisa tímida. Desnuda.
Déjame culparme por cualquier ausencia posible.

Descúbreme como una obviedad trivial
Después de haberte visto sufriendo por mí.
Déjame mirarte como quien no escribe sobre ti.

Déjame malgastar tinta sobre esta hoja de papel
Deseando ser la tinta inerte sobre tu piel
En tu cuello, en tu espalda, en grafemas.
En profanas figuras inmortalizadas en tus piernas.

Déjame disfrutar de la ruptura
Del dolor de tu ausencia
De la facilidad del olvido.
Déjame culparme
Por no decir "Hola", ni "Adiós".