Me enveneno cada noche, esperando despellejarme y mutilar cada deseo fallido.
Podría pensar que mi naturaleza es acomodarme a perder, acostumbrarme a no hacer
desuello esperanzas... propias, ajenas y compartidas. Mi mente se deleita cayendo.
Recúerdame cuan grande es triunfar, para poder disfrutar fallar intentándolo
ayúdame a hacer de mi cabeza un basurero, de mi vida un hermoso triste final.
Verborrea de deseos fallidos
intentos de ser humano
deleite de una vida que no me da lo que quisiera.
martes, 26 de octubre de 2010
No cabe en mi cabeza
Etiquetas:
calma,
distorcion,
esperanzas,
fallar,
felicidad,
perder
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario