sábado, 1 de junio de 2013

Volver

Vuelvo, sin saber a ciencia cierta por qué, cuándo o si de verdad me fui. Al mirar el espejo, puedo corroborar que mi rostro no es el mismo. Vuelvo, pero sin buenas nuevas; vuelvo, buscando ayuda, pidiendo a gritos mi auxilio, dado que decidí huir de todo aquel que pudiera darme esbozos de calma, como se ha vuelto costumbre. Pido por mí, frente a una deidad vacía. Intercedo por mí ante mí. La ilusión de compañía sólo confunde a mí soledad. Vuelvo en busca de mí, porque llevo meses siendo un muerto dentro de mi cuerpo. Me ahogo.

Vuelvo a escribirme, porque me encierra el miedo. No hago nada por mí y sólo trato mal. Paso noches en vela girando alrededor de la belleza, pero cuando llega el día, no soy capaz de buscar a quien ocupaba mi insomnio. No quiero hacer nada de lo que me piden, no hago nada de lo que quiero. Miento, engaño, me escondo, tengo miedo. No me interesa hablar, no me interesa escuchar. Paso las mañanas fumando, para evitar despertar; me paso las tardes fumando, para evitar hablar; me paso las noches fumando, para evitar escuchar. Quiero buscarle e invitarla a pasar un rato conmigo, a contarle que un recuerdo frágil de sus ojos y de su beso (o tal vez, sólo un sueño) sirve para alimentar algo que no tiene ni razón, ni sentido, pero que me mantiene despierto cada vez que su silueta se me insinúa en cada sombra. Quisiera buscarle y contarle que deseo que se marche pronto, no porque quiera que se vaya, pero sí porque la ida implica gran parte de su alegría. Quisiera escucharle, en medio de la lluvia, entre el frío y tan solo sonreírle como idiota. Quisiera buscarle, porque sé que se irá y aunque no quiera que se quede, ni que me ame, ni que me recuerde, ni que me espere, ni que me extrañe; quisiera contarle que en las madrugadas la sueño, porque en las noches busco que me acompañe. Pero no lo he hecho, porque hasta ahora vuelvo; no lo he hecho, porque ni siquiera yo soy capaz hablarme.

Vuelvo a escribirme, porque me necesito. Vuelvo, porque me cansé de ese maquillaje vacuo de tontería, risa y charlatanería en el que me escondo. Vuelvo para ver si algún día soy capaz de darle la cara al mundo. Repito, repito y repito que vuelvo, pero todavía no me veo por ningún lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario