lunes, 21 de marzo de 2011

Antes que nada, Vos.

Me duele, como de costumbre, pero esta vez es conmigo. Cometo errores y muy frecuentemente y solo cuando es realmente tarde, me doy cuenta. Si he de decir algo, primordialmente seria: perdón. Ya lo he dicho tanto que parece que pierde su peso, pero de verdad lo siento; tiré por el inodoro tu tranquilidad, tu felicidad y por ahí derecho la mía y me acaba pensar que así fue. No soy una buena persona, nunca lo he sido y nunca lo he querido ser, pero si quisiera poder dejar de intranquilizarte.

Dudo mucho que leas esto. Pero quiero hacer presente en mi alma en este cuarto oscuro y vació, que lo lamento, que soy el único culpable y que me desgarra el alma ser el artífice de ésta ausencia. Fui feliz y espero seguirlo siendo, fui sincero y lo seguiré siendo, no te pido que me perdones, esa decisión solo tuya puede ser; solo vos verás si te interesa hacerlo o no. Yo tan solo deseo que me creas, que confíes... lentamente y progresivamente, pero que vuelvas a confiar en mi escasa sonrisa, en mi mirada y en mis palabras. Yo y aunque no lo creas, nunca lo he dejado de hacer y no lo dejaré. Ojalá vuelvas a sonreírme y a pasear, de la mano conmigo, por este camino agridulce llamado 

A ti, quien ya sabemos, quien, de nuevo, no diré. A mi alma, a quien amo como es, así a veces no lo parezca. El cubo de hielo, mas dulce que conozco. La alegría. Vos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario