viernes, 27 de julio de 2018

Vuelvo a ti


Hace justo cuatro años, menos cuatro días, abandoné este espacio en un intento tonto de reforzar mi capacidad discursiva más allá de la redundancia y el rimbombante refugio del lenguaje textual. Quise  ser más  directo, más conciso, más visual, más certero. Hoy, sin duda, soy más visual pero de todo lo demás poco hay. Tarde, como siempre, entendí que no hay lenguaje que lo pueda narrar todo; tarde, como siempre, regreso.

Bien ¿qué ha pasado en este tiempo?  Muchísimo y material para llenar renglones de este blog no faltará por un largo rato. Sigo abandonando  cosas, sitios y personas que amo por esos malditos arranques de creer que debo renunciar  a éstos para poder avanzar. He sido infeliz muchas veces con un gran paréntesis de dicha en medio, dibujo mejor, cocino mejor, encontré un refugio en  el baile que perdí, llevo poco más de un año inmerso en una rutina agobiante  de la que no encuentro  salida, conozco mejor a mi padre, constantemente renuncio a ser feliz, he abordado cientos de causas perdidas, puedo huir menos de mí, me parezco más a mi padre, tengo whatsapp e instagram, le cogí gusto a bañarme por las noches, saqué diplomado en desayunos entre el amor,  esta ciudad me agobia cada día más, extraño más noches que antes, aprendí que mi terquedad es inconmensurable y me levanto cada día con ganas de dedicar una canción de plancha diferente.
Cuando me fui juré no regresar  sin haber cumplido mi meta. Pues bien, regresé antes de lo imaginado, derrotado y sin propósito; con deudas éticas y económicas. Aporreado de mil maneras y viendo la situación completamente desesperanzadora.

Como ya lo cantó Manolo Otero, “Vuelvo a ti”, con la voz cínica y vergonzante de quien regresa a buscar el refugio de quien decidió, decidió mal e intenta enmendar sus errores inmerso en un gesto de gallardía y grandilocuencia pero manchado de innegable torpeza.

“Otros caminos quise andar”,  pero cada paso que di siempre me condujo de regreso al vacío dentro del pecho que le nombraba desesperado, carente e incierto; tanto que a esta altura no sé si hablo de este espacio o de alguien más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario