viernes, 31 de diciembre de 2010

2010.

Agradecer, felicitar, desear... normalmente nos desbordamos en buenos deseos y agradecimientos al final de cada año, pero a mi no me interesa en estos momentos atragantarme en gracias, hay mucho que agradecer, hay mucho que desearle a mis seres queridos y sobre todo hay mucho que festejar pero que no se puede agradecer porque se haría injusto. Mi cabeza solo quiere detenerse unos minutos en momentos previos al fin de un año, para mirar las nubes rojizas y violetas... para analizar, para sentarme en el regazo de mi duda y buscar un poco de tranquilidad en un mar de bullicio. Con cada hora se nota mas la vejez, mas los recuerdos invaden nuestras cabezas y sobre todo olores, imágenes, sonidos tan recurrentes pero que se sienten perdidos. Momentos que mas allá de la celebración alcohólica, musical y gastronómica, es una remembranza de un año que pasa, que aunque simbólica, es una cacheta en la cara de quienes nos atemoriza envejecer, el análisis de un año que se va en el que hacemos y dejamos de hacer muchas cosas. personas que se alejan, otras se van definitivamente, cambio de situaciones, cambio de contextos, fines de ciclos e inicios de otros... una época susceptible de nostalgia y añoranzas, pero que ante todo es un día de recuerdos y sensaciones. Se larga este año y se larga con un montón de experiencias, imágenes, sonidos y olores, la verdad no me queda mas que agradecer a quienes revisaron el blog constantemente este año, a los que no, también, y a quienes encontraron en esté una fuente constante de identificación. Feliz fin del 2010 a todos, a ella, a mí y a mis temores... a los demonios que tanto me motivan y sobretodo a esa sonrisa que habita mi subconsciente.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Boleros, sones y emociones.

Una noche diferente a las demás.
Una anomalía en mi regularidad,
carente de ese espíritu fatalista.
Me siento diferente a lo que venia siendo;
mi cabeza actúa de una manera singular:
deja de funcionar para darle paso
a las emociones y las sensaciones.

El sonido del saxofón,
una voz rememorando,
sonidos profundos
que escarban en lo mas remoto
de lo que alguna vez fui.

Hace tiempo que prolongaba
la escritura de estos sentimientos,
pero solo hasta ahora estuve listo
para explorarlos y permitírmelos.

Canciones que te enamoran,
canciones que me enamoran,
dibujo tu recuerdo casi latente,
imborrable y presente.

Habitas en mis más remotos y alejados pensamientos,
pero a veces no son tan lejanos, ni abstractos tus sitios.

Algunas veces dejas mi imaginación
para rondar por espacios más reales.
Vuelves constantemente a materializare,
y no me disgusta. Calma.

Con un nombre,
que por magia
no pronunciare,
pero lo sabes y lo se.

Con un rostro y una sonrisa.

Como lo escucho en este preciso momento
todavía no te pregunte: "¿te quedaras?"
y tal vez no lo pregunte por miedo
por el sencillo miedo al "nunca más".

Boleros, sones y emociones.
Sonidos que invaden mi mente
como tu recuerdo, últimamente
Acompañado de tantas sensaciones.

Una sonrisa en mi cabeza asoma, diferente, pero tan conocida.
Podría ser un espejismo, pero  no queda más que aferrarme este.

martes, 21 de diciembre de 2010

Cuando dormir es mi única esperanza.

Quisiera acostarme hoy, despertarme siendo otro tipo, con otros problemas, con otro mundo, en un horizonte donde no sepa de mi vida actual, ni de nada de lo que habita en ella. Pudiera ser, también, que me acueste y nunca mas me levante. Quisiera poder dormir y en la mañana ser yo... pero no serlo nunca más; ser quien soy, pero no como soy, sin mi vida, sin mis sueños, emociones y tristezas, osea ser yo, sin serlo.

Quisiera acostarme y cuando despierte la vida no me de vueltas y se burle de mí en la cara. Poder despertarme y sentir que sigo soñando. Me gustaría levantarme y darme cuenta que todo no ha sido más que un sueño y que mi vida no ha sucedido. Quisiera dormir esta noche placida, agonizante y densa, para nunca mas volver a la vida. Quisiera cualquier cosa que logre hacerme olvidar que existes en mi cabeza, pero que ademas me haga olvidar que existes en mi alma, que no te quiero borrar, pero me duele no tenerte cerca; que aunque habitas en mi mente y deseo regalarte mis riñones, siempre das vueltas por mi vida vestida de azul, sin metales, de café profundo y distanciada de mí. Quisiera despertar tan solo para poder verte de nuevo una vez más, antes de terminar de evaporarme.

Lo que nunca diré.

He decidido quebrar mi ayuno de noches, por una sencilla razón: Al parecer no desahogarme, me enferma físicamente, más de lo que me enferma psicológicamente.
En esta época de alegría, jolgorio, muertos, estallidos, quemados, accidentes y todas las otras formas de felicidad, mi alma se siente mas enferma de lo que se encuentra mi garganta en estos momentos. Me jode la vida no poder ser uno mas; un ebrio en alegría y alcohol. Hay personas con penas mas grandes y dolorosas que la mía, hay personas que de verdad sufren y en estos momentos se andan gastando los últimos centavos que les quedan en chorrillos, voladores y tapetuza. Pero yo con un resabio de neo-reflexivo, no soy capaz de disfrutar de una noche de diversión, sin estropeármela pensando. Yo no soy el mismo de antes, y difícilmente lo vuelva a ser, lo que ya tengo en mi ser, estará en mi por mucho tiempo, porque así lo decidí yo, y porque a pesar del dolor que me causa, es la forma mas cómoda de ser quien soy.Y ¿qué, si esta va a ser la primera de unas tantas navidades grises, solas, frías, carentes de ese espíritu de celebración? ¿quien dijo que todo el mundo debe ser feliz en navidad? ¿quien dijo que todo el mundo debe ser feliz? a veces toca (y otras veces elegimos) ser la contra parte, la invisible, la que nadie cuenta, ni pregunta. Esa parte de la historia que los perdedores nunca escribirán. Ese lado de la vida que todos dicen y quieren creer, es azul, pero que saben que su color no es otro que el gris.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Hecho.

Tengo ganas de manifestar que me tomare unas vacaciones de mi blog, no quiero hacer visibles mis demonios... por un tiempo.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Es sencillo

La cabeza tiende a darme vueltas cuando no se como mirar la vida. Lo que era muy claro ya no lo es tanto. Me gusta dejarme sorprender... pero tengo que reconocer que me agobia que lo impensable se vuelva real.

El vació, la confusión, la inestabilidad y la debilidad nunca serán una buena mezcla, yo no tendría porque ser la excepción. Es difícil pensar que puedo estar cagando mucho de lo que quiero, por deseos y sensaciones nuevas.

Suprimir el instinto de cordura, el grito ahogado de la razón y la coherencia y ser un inconsciente más, que no analiza los pros y los contras, que decide que hacer y que no hacer casi que por azar.

La vida solo es extraña cuando se mira a nivel; cuando miramos en retrospectiva y pensamos en los deseos futuros, todo empieza a parecernos consecuente. Por ahora yo me dedicare a alimentar mi ego, a vivir del egoísmo, o sobrevivir con lo poco que soy. No puedo hundirme en el pantano y arrastrarme a cuanta persona pase por mi lado, por mas que lo quiera... no seria justo.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Inconexo

Me encanta ser mi propio victimario, Puedo causarme cuanto dolor me plazca y no tener nadie a quien culpar por ello. A esta hora el mundo se cae, todo se desarma y yo solo disfruto.

Me encanta la lluvia y pensar en sus ojos. Los de ella... que no existe. Nunca ando solo, ni siquiera cuando me abandono en medio de la nada, sometiéndome al sol y el viento.

Una imagen nunca valdrá mas que mil palabras, pero si es mucho mas bonita.

La imaginación logra suplir muchos de los vacíos que con la realidad no logro llenar. Pero aun así hay muchos espacios desocupados que no me permito llenar, ni siquiera con imaginación. Pocas veces observo el mundo como es, porque me aburre prestar atención.

Para soñar no es necesario dormir, pero a mi me gusta hacerlo; aunque confieso que prefiero no soñar cuando duermo, para poder tener algo que hacer durante mi tiempo despierto.

¿Y qué pasara si algún día todo se acaba?... ¿y por qué me preocupa?

Este es el momento preciso para sentirme solo en el mundo, mirarte en el fondo de mi cabeza, mandarte una carta que nunca escribiré y hundirme en mis propios pensamientos.