jueves, 2 de diciembre de 2010

Inconexo

Me encanta ser mi propio victimario, Puedo causarme cuanto dolor me plazca y no tener nadie a quien culpar por ello. A esta hora el mundo se cae, todo se desarma y yo solo disfruto.

Me encanta la lluvia y pensar en sus ojos. Los de ella... que no existe. Nunca ando solo, ni siquiera cuando me abandono en medio de la nada, sometiéndome al sol y el viento.

Una imagen nunca valdrá mas que mil palabras, pero si es mucho mas bonita.

La imaginación logra suplir muchos de los vacíos que con la realidad no logro llenar. Pero aun así hay muchos espacios desocupados que no me permito llenar, ni siquiera con imaginación. Pocas veces observo el mundo como es, porque me aburre prestar atención.

Para soñar no es necesario dormir, pero a mi me gusta hacerlo; aunque confieso que prefiero no soñar cuando duermo, para poder tener algo que hacer durante mi tiempo despierto.

¿Y qué pasara si algún día todo se acaba?... ¿y por qué me preocupa?

Este es el momento preciso para sentirme solo en el mundo, mirarte en el fondo de mi cabeza, mandarte una carta que nunca escribiré y hundirme en mis propios pensamientos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario