Duerma conmigo esta noche, Princesa.
De la madrugada nos preocuparemos
Cuando la cabeza nos dé vueltas
Y el impertinente sol nos recalque
Las tonterías hechas y la vida muerta.
Duerma esta noche sobre mi almohada, Princesa
Le prometo, que su amor de turno
No se enterará de su rostro ruborizado,
Ni mucho menos, del olor que albergan sus piernas.
miércoles, 8 de agosto de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario