Como cuando no.

A veces me pregunto "¿para qué?".

Duermo poco, fumo mucho
como mal y a deshoras,
Para tener mas tiempo
de deambular por aquí
buscando excusas
y pidiendo migajas.

Solo, como siempre,
anhelando y lamentando.

Trato de escapar al vacío,
al doloroso encanto del fin.
Un golpe,
una caída,
un grito
y acaba.

¿De qué sirve todo esto?
Que poco importa todo
¿para qué nos esforzamos
intentando hacer algo?

Como ha de ser será.

No espero nada.
No me interesa.

Depronto llegará el día en que me demandes con urgencia demente.
Posiblemente querrás atarme a ti y no dejarme ir nunca más.
si sucede sera hermoso y no me resistiré
si no sucede, esa será la otra posibilidad.

Sería muy feliz si deseas que te acompañe
en esos momentos en los que hasta ahora no me incluyes.
Si ha de ser así, me encantaría hacer parte,
pero si no te nace, si no lo sientes... pues así será

No te niego, sueño con el día en que la ausencia te haga sentir que me necesitas.
Que quieras salir corriendo donde sea que te encuentres, tan solo para buscarme.
Me encantaría que algún día pasará,
pero si nunca pasa, no habrá problema por nada..

No me importa poco cuanto me necesites
realmente deseo pronto hacerte falta,
pero no me interesa, para nada, exigírtelo,
no me interesa pedirte que te nazca.

Dualidad.

A veces, no se si hacerme caso, o escucharme.

No entiendo como puedo discordar de manera tan directa y fuerte, sin dejar de ser lo que acostumbro a ser. 

No encuentro la razón de tal desface, de tan dolorosa e incomoda necesidad de desencontrarme constantemente, y trato de hallar una explicación.

Un sí, un no y un no se como resultado. Del negro al blanco, recurrentemente me quedo con el gris. No importa cuanto choque, que tan fuerte sea o cuanto lo intente reprimir, la historia siempre se repite. Son dos fuerzas, tan mías, tan propias; pero tan opuestas.

Un yo contra otro yo. La difícil decisión de escoger entre uno u otro, o el difícil proceso de seleccionar lo mas conveniente de los dos.

Nuevamente llega.

Una noche más, de esas en la que los temores y fobias de la infancia no me dejan dormir.
Una noche más en la que las ideas oscuras y frías me atormentan los sueños.
De nuevo un taladro acabando con cada pequeña tranquilidad que habita en mí.
Por mucho que me esconda, no importa cuanto me esfuerce, de nuevo llega

Una y otra vez caigo.

He de tratar de ser sincero, al decir que el mundo no me termina de convencer.
Que mas honesto que decirme a mi mismo que no importa cuanto me trate de convencer de lo contrario, el orden y la tranquilidad no me gustan y no hay forma de que los encuentre atractivos.
Una y otra vez caigo contra el asfalto. Cual deleite podría ser mayor, al de encontrarme con la distorsión de una realidad absurda, pobre y sin belleza. Que podría producirme mas placer que el trastorno y la deformidad de una percepción propia y sentida, de un entorno que no pasa de ser aburrido y tedioso.

Odio la uniformidad, el control y la homogeneidad. No puedo decir que vivo sin norma y  ausente de cualquier tipo de control, es imposible. Pero cuanto disfruto de hacer de mi mismo un caos interno, una pequeña anarquía de emociones y pensamientos.

Grito, calma, golpe, cansancio, caos, dolor, risa, cinismo... y una y otra vez caigo y reboto y me vuelvo a tirar.
El amargo sabor del sarcasmo, el ácido sabor del trastorno, esa corrugada textura del caos. La belleza del desorden mezclada con la alegría del descontrol.

Una y otra vez caigo, de cabeza, nunca de pie. La ira es combustible para mucho; La emoción es detonadora de mucho otro. Que deforme sincronía de millares de palabras, que en su abstracción significan todo.

Una y otra vez.

Espero.

Quisiera ser un sinónimo de tranquilidad y seguridad. Es difícil serlo cuando no puedo siquiera darme seguridad a mi mismo, pero no importa... hay muchas cosas que quisiera ser y no puedo, eso no significa que no lo intente.

Hay muchos dolores, incapacidades y miedos latentes, pero quiero estar aquí, allí, para que sientas que puedes resguardarte en mi cada que te agobien los temores. Han cambiado muchas cosas y mis impulsos ahora son distintos. Solo quiero ser tu resguardo, Apoyarte, dejarte correr, sentirte libre y enamorarme de eso. Escuchar tus preocupaciones, tus deseos y tus sueños y recorrerlos juntos... así sea a la distancia.

No me interesa exigir, demandar o pedir. Tan solo estoy dispuesto a encontrar... esperar y sorprenderme. Cada célula de mi ser espera lo que sea que venga y cada pedazo de mi alma solo quiere que seas feliz y puedas sentirte cómoda a mi lado. Lo único que quiero es que seas libre y me quieras como quieras.

No importa.

Hoy me restrinjo la oportunidad de expresarme, tengo tantas cosas en la cabeza, tengo tanto que decir y tanto que expresar, que prefiero restringirme el derecho a explotar. Por cautela, por miedo a mí mismo y por temor a terminar cegado por la ira que me caracteriza, prefiero callar todo, sentarme con un tinto, un cigarro y un lápiz. Castrar cada grosería, cada palabra hiriente, cada incoherencia y mutilar cada uno de mis deseos de acabar con todo. Sentarme y respirar.  Un sorbo.... una raya en la pared, un poco de veneno. Cada pequeño detalle, cada segundo, cada respiración. No diré nada más, que lo siguiente: NO IMPORTA.

Por eso.

No, nunca nos completamos las frases. No somos ni los mas románticos, ni los mas melosos. No nos vemos todos los días y no me llama cada hora. No le interesa preguntarme si vamos a estar juntos toda la vida, seguramente ni siquiera le interese. No amamos las mismas cosas y no tengo idea por que nos entendemos tanto. No tenemos miles de amigos en común. No pensamos igual. Ella no vive cerca mio y no vamos a los mismos lugares. No come carne y yo no podría vivir sin esta. No piensa en matrimonio... y bueno, yo tampoco. Armamos 1000 planes para salir y pocas veces los cumplimos. Pensamos muy distinto. Ama a los franceses y yo no soy francés. Adora los gatos. Está demente y según ella soy el ser mas cuerdo. Que por que la amo? Es sencillo, porque no tengo idea que va a hacer, porque no se que se pasa por su cabeza, porque a pesar de conocerla mucho, me encanta sorprenderme con ella. Porque no importa cuanto tiempo pase, no me canso de su sonrisa y porque no resisto su mirada y es el alma mas parecida a mi, a pesar de las diferencias.

Ausencia, dibujo de tu presencia.

Me pesan los lentes, me cansa la mirada y los brazos no responden. La luna me sirve de alivio y tus palabras... he cambiado, para bien o para mal, pero he cambiado. Resulta muy extraño verme ahora, como de costumbre.

El cuello me lastima y solo quiero buscarte. Reviso mi cabeza buscando imágenes tuyas. En mi cabeza te encuentro aunque puedes estar mucho mas cerca. Efectivamente la falta hace bien, pero a veces molesta y eso que te senti hace poco.Quisiera revisar mis memorias para dibujarte a mi lado, pero se que no importa cuanto te dibuje, no podre sentirme igual.

La luna latente como un recuerdo que no se va, y la sonrisa que esta en ella, se me asemeja a la tuya... aunque nunca igual. Lejania... anhelo de tenerte cerca, deseo de mirarte, combustible para buscarte en cada esquina, soñando encontrarte con cada paso que doy, con cada segundo que pasa.

He.

He tratado de aprender
a decirte cuanto te quiero
sin hablar.
He tratado de aprender
a que sientas mi corazón
con silencio.
He querido... quererte
todos los días de mi vida
con miradas.
He intentado decir que te amo
dibujandote cada rincón
de mi alma.

Inicio.

Mi primer encuentro de este año, con la noche. Todavía quedan restos de una noche estrellada y las olas acariciando la arena, como cualquier amante, tratando de alcanzar un amor imposible..

Mi cabeza solo nada en un océano de ideas, acompañado del recuerdo hecho persona.
Analizar el presente, dibujar mi futuro; vivir mi hoy, mirando fijamente a los ojos de mi pasado. Es muy bonito mirarte a los ojos, a esos ojos de infante, que aunque ya no lo sean, para mí, siempre lo serán.

es difícil concentrarme... enfocarme en algo cuando todo da vueltas hasta marearme. Las dudas, los miedos, el nerviosismo, la forma en que miras, la forma en que hablas, tus dudas, tus dolores, tus temores; todo se mezcla y me quitan las palabras... dejando espacio a incómodos silencios y las ganas de abrirte mi alma.

Un montón de sentimientos que creía envejecidos... afloran, otro montón temen salir a la luz y... ¿que estaba diciendo? ... necesito un cigarro; me preocupa no saber que decir, pero rápidamente lo olvido y se van mis miedos nada mas verte sonreír. Es gracioso, tu dulce torpeza al hablar se me hace tierno, tanto como tel recuerdo de como era tu sonrisa antes.

Una lluvia de estrellas, una noche confusa, difusa y distorsionada y yo, aquí... allá,  pensando en si es mejor no tenerte al lado, y evitarme mas líos conmigo, o buscarte y no importarme nada.

Yo tratando de aclarar mi cabeza y apareces entre el ocaso. Confuso, pero cómodo. Un útil respiro del alma, que aunque no me aclaro nada y no pudo trazarme ningún destino, logro sacarme un par de sonrisas, uno que otro respiro y me trajo alegría infantil de nuevo al rostro.

Una noche estrellada, pero a diferencia de las otras, el frío carcome mis huesos y yo no necesito dormir, porque me dedico a dibujar tu retrato, tan apacible, tan tranquila, viajando entre un fondo de estrellas, como deseo recordarte, como deseo que te encuentres; tranquilidad como la que hoy respiro.