viernes, 7 de enero de 2011

Inicio.

Mi primer encuentro de este año, con la noche. Todavía quedan restos de una noche estrellada y las olas acariciando la arena, como cualquier amante, tratando de alcanzar un amor imposible..

Mi cabeza solo nada en un océano de ideas, acompañado del recuerdo hecho persona.
Analizar el presente, dibujar mi futuro; vivir mi hoy, mirando fijamente a los ojos de mi pasado. Es muy bonito mirarte a los ojos, a esos ojos de infante, que aunque ya no lo sean, para mí, siempre lo serán.

es difícil concentrarme... enfocarme en algo cuando todo da vueltas hasta marearme. Las dudas, los miedos, el nerviosismo, la forma en que miras, la forma en que hablas, tus dudas, tus dolores, tus temores; todo se mezcla y me quitan las palabras... dejando espacio a incómodos silencios y las ganas de abrirte mi alma.

Un montón de sentimientos que creía envejecidos... afloran, otro montón temen salir a la luz y... ¿que estaba diciendo? ... necesito un cigarro; me preocupa no saber que decir, pero rápidamente lo olvido y se van mis miedos nada mas verte sonreír. Es gracioso, tu dulce torpeza al hablar se me hace tierno, tanto como tel recuerdo de como era tu sonrisa antes.

Una lluvia de estrellas, una noche confusa, difusa y distorsionada y yo, aquí... allá,  pensando en si es mejor no tenerte al lado, y evitarme mas líos conmigo, o buscarte y no importarme nada.

Yo tratando de aclarar mi cabeza y apareces entre el ocaso. Confuso, pero cómodo. Un útil respiro del alma, que aunque no me aclaro nada y no pudo trazarme ningún destino, logro sacarme un par de sonrisas, uno que otro respiro y me trajo alegría infantil de nuevo al rostro.

Una noche estrellada, pero a diferencia de las otras, el frío carcome mis huesos y yo no necesito dormir, porque me dedico a dibujar tu retrato, tan apacible, tan tranquila, viajando entre un fondo de estrellas, como deseo recordarte, como deseo que te encuentres; tranquilidad como la que hoy respiro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario