Con cada gota que cae.

Unas cuantas gotas caen y yo tan solo observo. No se necesita tenerte al frente para asegurarlo, cuanto mas dices, más sonrisas; más sonríes. Contrario a la mayoría, a diferencia de la dulce melancolía típica de una noche normal, tu sonrisa se dibuja al oscuro y sonrío.

Razones, de sobra. Un suspiro y continua la luna dibujada en tu rostro. Que deleite hablar, que encanto escucharte... sin sonidos. El silencio punzante se hace mas dulce y la lluvia hace el resto. Unos brillantes ojos repletos de felicidad asoman en mi mente, y asumo, son tuyos. Que deleite, repito, es sentir tus palabras, tan solo escritas, plasmadas de una mágica y acogedora sonrisa, con cada gota que cae.