martes, 19 de abril de 2011

Tan extraño.

Es bella, cierto,
pero no es eso.
No es ni su rostro
ni su cuerpo.
Ni esa mirada magnética,
ni su sonrisa calmante.

Es tan extraño
encontrar tan agradable
tal fatal atracción
tan alegre
tal encantador esplendor.

No lo imagine nunca
porque no es su belleza
y no lo es su mirar acogedor
es sin duda alguna
ese suspiro de su alma que ronda,
esa alegría de su presencia
cuando no está.

Esa extrañeza de la vida que va sin buscar
esa belleza que te mira a los ojos
encontrando muy en el fondo
una sonrisa sin explicacion o lugar.

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