Noche vacía
de aliento oscuro.
Un murmullo resonante
Taladra mi cabeza
y lo disfruto.
Canta,
baila con todo
hasta caer.
En la poca luz me resguardo
huyo, caigo y me arrastro.
Desalentado resoplo de vida
decadente trastorno de éxtasis.
Idiotez plagada
de una absurda melancolía.
Ausencia mía
carencia mutua.
Golpe al rostro
desgarro al pecho
y el mundo se deshace de a pocos
con cada segundo,
cada minuto se va.
Busco no encontrar
te busco, inexistente.
desvelo, frió como un suspiro.
Intranquilidad apacible y carente de sentido
De nuevo el vacío absoluto, mi presencia.
sábado, 2 de abril de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario